Un sistema de videovigilancia es una red de cámaras, monitores/pantallas y grabadores. Las cámaras pueden ser analógicas o digitales con varias características a explorar, como la resolución, la frecuencia de imagen, el tipo de color, etc. Tanto si se aplican en el interior como en el exterior del edificio, funcionan las 24 horas del día, diseñadas únicamente para grabar el movimiento cuando sea necesario.
Las cámaras de vigilancia pueden estar a la vista u ocultas. El objetivo de la cámara es disuadir de comportamientos indebidos, y la grabación de vídeo también puede servir como prueba para su posterior revisión por parte del personal de seguridad o de las fuerzas del orden. Dependiendo de sus necesidades, hay muchos sistemas de videovigilancia disponibles, como la monitorización en directo, el acceso remoto a través de un sistema IP y los grabadores de vídeo digital (DVR) para la grabación de las imágenes.
La mayoría de los sistemas de videovigilancia están cerrados para que las señales no se difundan y sean accesibles a otras partes. Sólo los usuarios autorizados pueden controlar el contenido de lo que se ha grabado en él. Sin embargo, otras personas pueden tener acceso si les da permiso un administrador con las credenciales adecuadas que gestione la transmisión en directo.