El riesgo puede definirse como cualquier acontecimiento que perturbe el funcionamiento regular de una organización. Los riesgos físicos pueden ser externos, como el robo en un almacén, o internos, como el robo por parte de los empleados. Los riesgos también pueden implicar interrupciones causadas por defectos de fabricación, problemas de personal o interrupciones de las cadenas de suministro y la programación. Otros riesgos son menos tangibles, como la falta de adaptación a la evolución de los mercados o las tendencias empresariales.
La clave para minimizar el riesgo es realizar inversiones estratégicas en personal, tecnología y procesos:
- Identificar y evaluar los riesgos potenciales.
- Proporcione información adicional a empleados y socios.
- Fomentar la resistencia mediante la gestión cuidadosa de soluciones alternativas y multicapa.
- Abordar de forma proactiva los retos y las amenazas.