La dependencia de prácticamente todas las industrias de la energía eléctrica y los combustibles significa que todos los sectores tienen cierta dependencia del sector energético, desde el transporte hasta la producción de alimentos y la sanidad.
Por desgracia, el sector energético es vulnerable a muchas amenazas, como los ciberataques, las catástrofes naturales y el terrorismo.
- Un ciberataque contra el sector energético podría tener un impacto devastador, interrumpiendo potencialmente el suministro de electricidad o gas para millones de personas.
- Las catástrofes naturales, como huracanes y terremotos, también pueden dañar infraestructuras críticas, dejando al sector energético expuesto a cortes y daños a largo plazo.
- Y los atentados terroristas contra las infraestructuras energéticas podrían provocar el pánico y el caos generalizados, con el resultado potencial de pérdidas económicas de miles de millones de dólares.
Mitigar todas las vulnerabilidades del sector energético es casi imposible. Sin embargo, se pueden poner en marcha varias medidas para reducir el riesgo y ayudar a garantizar la continuidad de las operaciones en caso de incidente.
Algunas áreas clave que deben tenerse en cuenta al abordar las vulnerabilidades del sector energético incluyen la seguridad física, la ciberseguridad, la gestión de riesgos de la cadena de suministro y la planificación de la respuesta de emergencia. Cada uno presenta sus propios retos, pero las partes interesadas pueden crear un sector energético más resistente identificándolos y abordándolos.
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