Los sistemas de detección de intrusos por cable enterrado, a veces conocidos como sensores sísmicos o de suelo, utilizan cables especiales enterrados bajo la superficie para detectar vibraciones o perturbaciones causadas por actividades sobre o cerca del suelo, como caminar, correr o el movimiento de vehículos. Son un tipo de sistema de detección “volumétrico”, lo que significa que supervisan los cambios en un volumen de espacio en lugar de sólo una línea o punto de entrada.
Cómo funcionan:
- Sensores: El componente central de este sistema es un cable sensor lleno de sensores piezoeléctricos o basados en acelerómetros. Estos sensores generan una señal eléctrica cuando se ven sometidos a perturbaciones mecánicas, como las causadas por la presión o las vibraciones.
- Mecanismo de detección: Cuando una persona o un vehículo se acerca y cruza el cable sensor enterrado, los sensores captan la perturbación causada por este movimiento. A continuación, el sistema evalúa esta señal en función de criterios predefinidos para determinar si se trata de un evento de intrusión o de una perturbación benigna.
- Análisis de señales: Los sistemas avanzados de cables enterrados pueden diferenciar entre varias fuentes de perturbaciones. Pueden distinguir entre un pequeño animal correteando por la superficie, pasos humanos o el movimiento de un vehículo. Esto minimiza las falsas alarmas.
Ventajas:
- Sigilo: Como los sensores están enterrados, son invisibles para los posibles intrusos, lo que los convierte en un mecanismo de detección encubierto.
- Baja tasa de falsas alarmas: Los sistemas avanzados con sofisticados algoritmos de análisis pueden diferenciar entre amenazas potenciales y perturbaciones no amenazantes.
- Funcionamiento en cualquier condición meteorológica: A diferencia de otras medidas de seguridad, los cables enterrados no suelen verse afectados por la niebla, la lluvia, la nieve u otras condiciones meteorológicas.
- Bajo mantenimiento: Una vez instalados, los sistemas de cables enterrados requieren un mantenimiento mínimo, ya que están protegidos de la exposición directa a factores ambientales.
- Escalabilidad: Estos sistemas pueden ampliarse para cubrir grandes perímetros o áreas.
- Integración: Pueden integrarse con otros sistemas de seguridad, como cámaras o alarmas, para ofrecer una solución de seguridad integral.
Limitaciones:
- Complejidad de la instalación: El proceso de instalación puede requerir mucha mano de obra, especialmente para grandes áreas.
- Consideraciones sobre el suelo y el terreno: La eficacia del sistema puede verse influida por el tipo de suelo, su contenido de humedad y otras condiciones del terreno.
- Altura de detección limitada: Aunque estos sistemas pueden detectar movimientos en la superficie con gran eficacia, es posible que no detecten actividades por encima de cierta altura desde el suelo.
Aplicaciones:
Los sistemas de detección de intrusión por cable enterrado son ideales para:
- Asegurar zonas de alta seguridad como instalaciones militares, instalaciones nucleares e infraestructuras críticas.
- Proteger emplazamientos remotos o desatendidos, como estaciones de retransmisión de comunicaciones o puntos de control de oleoductos.
- Reforzar la seguridad fronteriza en zonas donde la construcción de una barrera física puede resultar difícil o no deseable.
- Proteger propiedades privadas o fincas en las que el propietario desea medidas de seguridad discretas.
Los sistemas de detección de intrusos por cable enterrado ofrecen un medio sigiloso pero muy eficaz de proteger perímetros y zonas sensibles frente a accesos no autorizados. Con la capacidad de distinguir entre amenazas potenciales y perturbaciones benignas, proporcionan una seguridad fiable con un mínimo de falsas alarmas.