Lograr una huella de carbono neta cero se ha convertido en una prioridad mundial, y las empresas eléctricas desempeñan un papel fundamental en los esfuerzos de descarbonización de otras industrias que dependen cada vez más de las energías limpias. El sector eléctrico ha encabezado la transición hacia la energía sostenible gracias a la disponibilidad y el uso de tecnologías comercialmente maduras. Aunque el gas natural y la generación de carbón seguirán estando presentes en el mix energético en un futuro previsible, una transición constante hacia tecnologías bajas en carbono garantiza una diversidad de métodos para un suministro energético constante y asequible que se adapte a las crecientes demandas de la sociedad.
Aprovechar la tecnología es fundamental para avanzar hacia una energía sostenible y neutra en emisiones de carbono, y el sector eléctrico puede poner en marcha una serie de iniciativas para garantizar su viabilidad:
- Invertir en una serie de tecnologías ecológicas, como centrales hidroeléctricas, paneles solares y parques eólicos.
- Instituir soluciones de seguridad para proteger contra el robo, el vandalismo e incluso el terrorismo una amplia gama de activos como paneles solares, turbinas eólicas y subestaciones.
- Innovar con tecnologías de captura y almacenamiento de carbono (CAC) para la biomasa y las centrales de gas natural existentes.
- Construir más subestaciones eléctricas y líneas de transmisión para transportar la electricidad generada a partir de la nueva diversidad de fuentes.